Escarabajos coprófagos
En el antiguo Egipto por ejemplo, hace aproximadamente 3000 años, consideraban sagrados a los escarabajos peloteros, los veían como símbolos de la resurrección de sus muertos, los colocaban en las tumbas, los pintaban en los sarcófagos o los utilizaban como modelos de joyería y de escultura. En Costa Rica, en el lenguaje indígena se le llama ñajurú al escarabajo exclusivamente coprófagos.
En el mundo existen miles de especies las cuales se distribuyen por todos los continentes excepto en las áreas polares, y sobre ellos se ha acumulado hoy día gran cantidad de información biológica, que aún se sigue generando debido al interés científico que despiertan.
A este grupo los caracteriza su coloración oscura, cabeza en forma de pala, antenas terminadas en una especie de abanico, patas delanteras con tibias aplanadas y expandidas, cuerpo semiesférico con el pigidio expuesto y un solo espolón en las tibias posteriores. Sin embargo existen en nuestro país caqueros muy llamativos de colores y con brillos metálicos verde, amarillo, rojo o azul, dispuestos en forma diferente según sea la especie (Phanaeus, Sulcophanaeus, Canthidium, Onthophagus, Canthon y otros). En algunas especies los machos poseen la cabeza y/o el protorax armados con cuernos o protuberancias bastante diversas en forma y tamaño.
Gran cantidad de especies son de hábitos nocturnos pero hay algunas diurnas, cuando están inactivos se refugian bajo el suelo. Al ser nocturnos la mayoría poco se aprecian pero la cantidad que vuelan en un bosque es enorme.
Casi todas las especies en el mundo se alimentan de excremento de mamífero o de carroña. Perciben el olor mediante sus sensibles antenas las cuales extienden en forma de abanico. Los más grandes como especies de Dichotomius, Copris o Phanaeus, por lo general vuelan a baja altura recorriendo el área y cuando perciben el olor del excremento redirigen su vuelo en dirección a la fuente. Otros más pequeños como los Canthidium y Uroxys se posan sobre las hojas de la vegetación baja a esperar que les llegue el olor y de inmediato levantan el vuelo para lanzarse a su fuente. El excremento es un recurso rico en nutrientes por el cual existe una gran competencia por parte de los individuos de las diferentes especies que llegan a él. No sólo entre los ruedacacas sino también entre éstos y los adultos y las larvas de las moscas que igualmente se alimentan de él. Es por esto que los escarabajos han desarrollado mecanismos o estrategias que son muy eficaces para la localización y obtención de este alimento. Por ejemplo las diferentes especies que habitan un sitio tienden a tener su pico de actividad a diferentes horas del ciclo de 24 horas siendo la mayoría nocturnos. Otros se especializan en excrementos de diferentes especies o tamaños, por lo general especies grandes de escarabajos visitan excrementos grandes de por ejemplo dantas o chanchos de monte mientras que especies pequeñas visitan excrementos pequeños como los de ratones. Lo normal para la mayoría de las especies es que buscan su alimento depositado en el suelo pero algunas especies como Canthon moniliatus y Canthon angustatus tienen la capacidad de localizarlo más arriba, sobre las hojas de las plantas cuando los mamíferos son arborícolas como los monos. Algunas especies de Onthophagus son capaces de ingresar a los túneles y madrigueras de ciertos mamíferos como las taltuzas para localizar el excremento depositado por ellos allí. Hay especies como Bradypodidium bradyporum, especializadas en localizar perezosos y de esta forma esperar dentro de los pelos cerca del ano para abalanzarse sobre las bolitas de excremento cuando el perezoso baja a depositarlo y cubrirlo en la base de un árbol en el suelo.
Con el fin de evitar la competencia por un recurso tan valioso en nutrientes algunos escarabajos como las especies de Coprophanaeus, Deltochilum mexicanum, Deltochilum lobipes, Canthon cyanellus, Canthon deyrollei o Canthon indigaceus se han desplazado y especializado más en la utilización de carroña para alimentarse y alimentar sus larvas que en los excrementos, que también los utilizan pero con menor frecuencia. Algunas especies como Deltochilum acropyge y Deltochilum acanthus son capaces de localizar milpiés muertos o moribundos y utilizan sus cuerpos como alimento. Por otro lado, es común en nuestros bosques tropicales que especies como algunas del género Onthophagus, Deltochilum o Phanaeus utilicen otros recursos como hongos en descomposición, o frutos muy maduros o descompuestos o palmito en descomposición como en el caso de Ateuchus solisi. Onthophagus orphnoides y Onthophagus solisi, y otras relacionadas usan en el bosque las semillas podridas de aguacates (Persea) para alimentarse y criar sus larvas.
En Costa Rica existen cerca de 190 especies diferentes de Scarabaeinae que pueden ser desde 2 mm hasta 35 mm de longitud según la especie. Muchas de estas especies presentan machos y hembras muy diferentes en forma, además pueden variar mucho de tamaño dentro de la misma especie.
De todas las especies del país aproximadamente el 70% son de bosque, o sea que realizan todas sus actividades solamente bajo los árboles de nuestros bosques tropicales. Estas especies se han visto amenazadas de desaparecer ya que la deforestación los elimina completamente. Otras pocas son exclusivas de campos abiertos y nunca o pocas veces penetran a las áreas boscosas, éstas por el contrario son favorecidas por la deforestación, la agricultura y la ganadería.
En los bosques de nuestro país encontramos muchas especies en las tierras más bajas, por ejemplo en un mismo sitio pueden haber hasta 25 o más especies y conforme subimos a sitios de mayor elevación la cantidad de especies aumenta llegando a un máximo de unas 35 especies a alturas entre unos 700 a 1000 metros, pero si seguimos subiendo va disminuyendo la cantidad de especies hasta no encontrar especies en sitios de más de 2500 m. En estos bosques también varía el número de individuos de cada especie conforme aumentamos la elevación: en las tierras bajas en general hay muchas especies pero pocos individuos de cada especie mientras que si vamos subiendo vamos obteniendo menos especies pero más individuos de cada especie. Una gradiente similar de riqueza y abundancia ocurre horizontalmente cuando se observan a una misma elevación diferentes tipos de alteración del medio: si el bosque es original sin alteración hay más especies con poca abundancia de individuos de cada especie y conforme se altera el bosque hasta llegar a por ejemplo potrero o algún tipo de monocultivo se obtienen menos especies pero con más individuos por especie.
Si caminamos por nuestros campos donde hay presencia de ganado es muy frecuente encontrar boñigas semicubiertas por montículos de tierra. Escarbando bajo uno de estos montones, de seguro encontraremos el o los responsables a sólo unos cuantos centímetros de la superficie. Otras veces lo que vemos es a uno o una pareja de caquerillos que utilizando sus largas patas posteriores ruedan pequeñas bolas de excremento, aparentemente sin ningún sentido o rumbo fijo. En la actualidad se conoce bastante bien acerca del por qué de estos comportamientos.
Existen varios patrones generales de comportamiento al manipular su alimento entre los caqueros. En Costa Rica tenemos muchos representantes que se ajustan a cada uno de los patrones.
Cavadores
Los cavadores están representados en nuestro medio, entre otros por las especies de Dichotomius, Phanaeus, Coprophanaeus, Onthophagus y Ontherus. En estas especies las hembras al encontrar excremento construyen un túnel a la orilla o debajo de él, de tal forma que la tierra que saca cubre parcialmente el excremento. Este agujero que es construido hacia abajo o algo inclinado, en general no pasa de los 45 centímetros de longitud, al final la hembra lo amplía un poco formando una pequeña cámara de cría. La hembra que es ayudada en muchos casos por el macho, comienza luego a acarrear excremento hasta esta cámara de cría. Una vez que ha sido llenada, deposita un huevo y tapa la abertura de la cámara con una capa o tapón de barro. Los Ontherus, Phanaeus o Coprophanaeus tienen una variante: una vez que han llenado la cámara de cría, en lugar de sellar con tierra la abertura de la cámara lo que hacen es depositar una capa de barro alrededor del excremento o carroña, formando una especie de vasija dentro de la cual también es depositado un huevo. Del huevo sale una larva que tiene forma de joboto o jogoto la cual se alimenta del excremento depositado en la cámara, luego de crecer lo suficiente sufre una transformación que producirá un nuevo escarabajo adulto.
En otros cavadores representados por las 7 especies de Copris, en el país (C. brevicornis, C. costaricensis, C. furcillatus, C. laeviceps, C. lugubris, C. subpunctatus, C. tridentatus), la hembra ayudada por el macho, deposita tal y como vimos antes, cierta cantidad de excremento en una cámara al extremo de un túnel. Luego ésta es ampliada de tal forma que queda una bola grande libre en ella. En el paso siguiente, la hembra va seccionando y moldeando a partir de la bola grande, bolas más pequeñas a cada una de las cuales le deposita un huevo que seguirá el mismo desarrollo que en el caso anterior. Durante el desarrollo de la larva, la hembra cuida del nido y en muchos casos muere en él.
Dentro de este grupo de especies escarabajos que construyen túneles bajo la fuente de excrementos es frecuente encontrar un marcado dimorfismo sexual: machos más grandes con cuernos, tubérculos y/o protuberancias y hembras que carecen de ellos. Los machos utilizando su tamaño y cuernos luchan dentro de sus túneles para evitar que otros machos ingresen, pero permiten la permanencia o entrada de la hembra con la cual se aparea. Los machos más grandes dominan los túneles y expulsan a los más pequeños.
Endocópridos
Este tipo de comportamiento consiste en moldear bolas dentro de la masa de excremento original depositada sobre el suelo, sin la construcción de un túnel. El escarabajo hembra se mete dentro del excremento y va fabricando bolas las cuales saca y acomoda cerca en pequeños nidos abiertos, semejando el de un ave. En cada bola la hembra deposita un huevo del cual se desarrolla una larva que devora la parte interna hasta su transformación en adulto. Representantes de este patrón en Costa Rica son Eurysternus magnus, Eurysternus plebejus, Eurysternus caribaeus, Eurysternus mexicanus, Eurysternus hamaticollis, Eurysternus velutinus y Eurysternus foedus.
Rodadores
El último patrón se refiere a los ruedacacas propiamente dichos, son los que vemos más frecuentemente, por lo menos en algunas zonas del país, ya que la muchos de ellos son de hábitos diurnos. Estos escarabajos llegan a la fuente de alimento, por ejemplo una boñiga arrancan con la cabeza y las patas delanteras un pedazo e inmediatamente empiezan a rodarlos desplazándose para atrás y utilizando sus patas posteriores las cuales están bien adaptadas para esta labor de rodar la bola. Conforme el trozo es rodado y manipulado con las patas delanteras, éste se va transformando en una bola casi perfecta y a la vez va siendo alejada de la boñiga de origen donde otros escarabajos podrían arrebatársela. Una bola como esta puede ser usada por el escarabajo para alimentarse pero también para reproducirse. Por lo general los machos (ocasionalmente macho y hembra) se encargan de iniciar la formación de la bola, luego la hembra se le une mientras la rueda, para copular con él y de aquí en adelante hacerse cargo de la bola, ella la rueda por algún rato hasta encontrar un lugar con suelo adecuado donde pueda enterrarla, no sin antes depositar un huevo dentro de ella. El huevo se desarrolla en una larva que se alimenta de la parte interna de la bola y luego se transforma en un nuevo adulto que emerge de la tierra. Dentro de este grupo de escarabajos se incluyen especies costarricenses como las especies de Canthon, Sisyphus mexicanus, las especies de Deltochilum, Malagoniella yucateca y Megathoposoma candezei. Algunas especies de cavadores tienen además la capacidad alternativa de rodar porciones de excremento pero lo hacen avanzando hacia adelante y utilizando las patas delanteras, por ejemplo las especies de Canthidium o Dichotomius annae.
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Cómo citar este artíciulo: Solís, A. 2021. Escarabajos coprófagos. https://identomologica.com/uncategorized/escarabajos-coprofagos-2/