Canthon sallei
Canthon cyanellus
Familia Scarabaeidae, subfamilia Scarabaeinae. Especie conocida de sur de México hasta Panamá. En Costa Rica se le encuentra bajo los 1500 m de elevación de casi todo el país, a excepción del área pacifica al sur de Quepos donde es sustituida por otra especie de hábitos similares, el Canthon mutabilis. Canthon sallei mide unos 9 mm de longitud. Su coloración varía desde una combinación de amarillo con verde oscuro metálico similar a la de la foto hasta totalmente verde oscuro metálico. En algún momento se pensó que esta especie era parte de la especie conocida como Canthon cyanellus, sin embargo basados en el estudio del ADN mitocondrial de que lo que se encuentra en Costa Rica y que se extiende hacia el norte hasta sur de México y hacia el sur hasta Panamá realmente representa una especie y que ya había sido descrita en el pasado por Harold como Canthon sallei. Otras poblaciones de Colombia, Norte de Centro América y de México consideradas como C. cyanellus representan otras especies, y quizá hay que estudiar otros aspectos morfológicos y de comportamiento que ayuden a diferenciarlas visualmente. El borde anterior de la cabeza de Canthon sallei tiene cuatro dientes agudos y afilados especializados para rasgar la carroña. Tienen patas posteriores delgadas y relativamente largas, típicas de escarabajos rodadores. Es una especie que se ha visto favorecida por la deforestación ya que prefiere áreas abiertas. Es carroñera, llega a animales muertos en descomposición, principalmente vertebrados pero también insectos muertos. Arranca pedazos con las patas y los dientes de la parte anterior de cabeza para construir una bola que rueda cierta distancia con la ayuda de las patas traseras para luego enterrarla y ponerle un huevo. Dentro de la bola se alimenta la larva que eventualmente se desarrolla hasta formar un nuevo individuo. Es de importancia ecológica al alimentarse de carroña desviándose del comportamiento más general de los Scarabaeinae de usar excremento de mamíferos como alimento. Su gran variación de patrones de color los hace de gran interés biológico también.